Creo que todos hemos tenido de esos días malos, aquellos días en los que de verdad nada sale bien, ya sea por cuestiones de animo o por circunstancias familiares, laborales o de la propia escuela, en esos días uno cree que nada puede estar peor, que por alguna razón las cosas no salen bien y que no importa lo que te esfuerces, así sigue pasando el tiempo.
Pues en uno de esos horribles días, en el que por cierto yo estaba más triste que nunca y como de verdad nunca lo había estado, hasta ese momento -digo eso por que desgraciadamente para mi, vienen otros iguales o peores- las cosas en mi familia no funcionaban, sentí por primera vez en mi vida que simplemente estaba sola, sola y sin esa persona que siempre tiene una caricia que todo lo soluciona, mi mami, pues así con todo eso en mi mente tuve que ir a clases y escuche una frase tan sabia y tan llena de consuelo, de una persona de la que en realidad no sabía lo que pasaba y mucho menos lo imaginaba, quien me dijo:
"Mira Erika, sólo te digo que los problemas que se nos presentan, sólo son aquellos que somos capaces de resolver"
Así de sencillo, Bety me había hecho sentir capaz de resolver algo que yo estaba firmemente convencida me había rebasado, así de sencillo supe que si las cosas te pasan es por que puedes con ellas y que por lo tanto yo podía.
Lo digo por que desde aquel momento, con una frase tan sencilla, me di cuenta que es verdad uno puede siempre resolver lo que está enfrente sino para que estamos ahí, lo que eminentemente puedo decir, cambio mi vida.
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