Ya anteriormente había escrito sobre los graves efectos que el alcohol puede provocar en la dignidad humana, pero no aprendí la lección.
Con motivo de un año más de vejez de mi parte, el viernes fuimos al ya tan famoso pabellón copilco, que por cierto se ha vuelto en un lugar muy concurrido por la sociedad universitaria, todo comenzó de wueva de hecho hasta hice el show antes de comenzar, las cosas iban medio mal, el calor estaba a todo lo que da y la música era de lo peor, pero todo eso cambió.
Comenzó la hora de tomar y tomar unas buenas cervezas, todos bailando y pasándola digamos bien, y los salud!!!! se escuchaban en todo momento, pero claro yo, una niña buena, que no está acostumbrada a esos ambientes, pues comencé a hacer tonterias, el alcohol terminó con mi glamour y con mi dignidad, termine sentada en una sillita con una cara de lo peor y saludando a todo aquel que me sonreía, pero claro no conmigo sino de mi.
El final no lo puedo contar y no porque no quiera. sino porque de verdad no lo recuerdo, no sé como salí de aquel lugar, ni siquiera recuerdo como llegamos al metro y mucho menos el momento aquél en el que vomité, si lo hice y no me arrepiento, todo por el maldito alcohol!!!!!
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